Con un emotivo acto por parte de todos los miembros de la comunidad escolar, al que asistieron sus familiares, homenajeamos a nuestra querida Luisa en el día de su jubilación.
Ha sido para todos nosotros un modelo de entrega, dedicación y compromiso. Porque Luisa, nuestra Luisa, aunque tenía su plaza de portera, en la práctica ejercía de todo: de enfermera, de abuela, de consejera, de madre... -no en vano muchos alumnos y alumnas la llamaban abuela y mamá-, y esta entrega la realizó siempre con una sonrisa en los labios.
Lo que Luisa ha significado para todos los miembros de la comunidad educativa de nuestro centro, quedó reflejado en las emotivas y sinceras palabras que el profesorado, la Ampa y el alumnado, sin excepción, le dedicaron en el transcurso del acto.
Todos los cursos le escribieron cartas y poemas; le hicieron dibujos representándola en las más variopintas facetas que asumía diariamente, y todo este material se recopiló en dos hermosos libros que le entregaron como recuerdo. (Las lágrimas corrieron en abundancia).
Como muestra de los sentimientos que el alumnado le mostró a su querida portera , sirva esta carta:
Sevilla, 4 de febrero de 2010
Querida Luisa:
Nos hemos enterado que te jubilas y por eso te escribimos esta carta.
Luisa, te queremos mucho y esperamos verte por la calle, en el parque, por el barrio... Pásate por el colegio.
Te echaremos mucho de menos. Ya sabes que tú eres muy buena con nosotros, hasta nuestras madres lo dicen. ¿Te acuerdas cuando nos olvidábamos el desayuno en casa y nos dabas galletas? ¡Estaban buenísimas!
Gracias por ayudarnos todos estos años. Ven cuando quieras, que aquí tienes siempre las puertas abiertas.
Con mucho cariño de toda la clase de 4° B
¡¡¡ TE QUEREMOS, LUISA !!!
En los libros que se le entregaron no faltaron las descripciones ilustradas, como muestran la imágenes.
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